
Hace poco escribí para SelfBank un artículo que llamé “El horizonte de las pensiones: no es una tragedia”. En él, parafraseaba a Mark Carney, ex gobernador del Banco de Inglaterra, cuando hablaba del cambio climático. Las pensiones, como todos los instrumentos que nos hemos dado en la sociedad para poder convivir, tienen mucho de personas y menos de números. De hecho, detrás de cada pensión hay una persona, que es lo verdaderamente importante. Y allá donde intervienen las personas, influye su comportamiento. Desde el nuevo balcón de las ciencias del comportamiento en general, y de la economía conductual en particular, observamos cómo de lo que se trata, sobre todo, es de que las personas tomen las mejores decisiones para su futuro.
Detrás de cada pensión hay una persona, que es lo verdaderamente importante
Objetivo: la salud financiera
La salud financiera es uno de los elementos que conforman nuestra salud como personas. Esto debemos tratarlo con la adecuada atención. ¿Sabes que se ha comprobado que la diferencia de la vida física en cuanto a longevidad, lo que llamamos esperanza de vida, puede tener diferencias de hasta 15 años, en una misma sociedad, entre las personas de mayor nivel económico y las de menor? Obviamente la salud financiera impacta en nuestra salud física (y mental). Las pensiones, nuestro futuro económico, no son sino uno de los objetivos de salud financiera.
Por eso, cuando hablamos de pensiones, tenemos que hablar de economía conductual. Nos ayuda a que las personas puedan tomar mejores decisiones en su ámbito financiero. Se ha comprobado que existen numerosas formas exitosas en el mundo de aplicación. Hay sistemas automatizados con opciones por defecto o incentivos conductuales, que impactan directamente sobre nuestro sistema 1 de pensamiento (automático, rápido, inconsciente…). Por su parte, están la educación financiera y la presentación comprensible de la información, que actúan sobre el sistema 2 (que es lento, deductivo, esforzado…).
La economía conductual nos ayuda a que las personas puedan tomar mejores decisiones en su ámbito financiero
Cuando hablamos del impulso social que surge de las ciencias del comportamiento para que el ser humano pueda convivir con los cambios demográficos y tecnológicos, ¿de qué hablamos? Hablamos de cómo ayudar a que los comportamientos de las personas, de la sociedad, sean consecuentes con el nuevo mundo que nos rodea. Tenemos una ingente y maravillosa tarea para lograr sociedades más justas, más equitativas y más felices.
Si quieres saber cómo podemos ayudarte a diseñar sistemas de pensiones que ayuden a tus clientes, estás a solo un clic de descubrirlo.